En un proyecto digital o web llamamos contenido a los textos, vídeos, imágenes y cualquier documento o etiquetas que se generen para comunicar algo.
El análisis de contenido es un proceso que nos ayuda mucho a conocer el contexto de un proyecto y su recorrido, a entenderlo y a dar con propuestas para difundirlo mejor. Diseño entendido como la preparación de un plan. Establecer objetivos, analizar tipos de contenido, realizar una estructura interralacionada con orden y jerarquías.
El desarrollo de una estrategia de contenidos es un ejercicio de comunicación tanto para el cliente, que redescubre el valor que lleva su discurso, como para nosotros al tener que transmitir ese valor en el contenido de su web. Es un trabajo guiado por lo se quiere conseguir con el proyecto web pero con sentido para el usuario que lo recibe y que, siendo digital, está en permanente cambio y ajuste.
El diseño, gestión y estrategia de contenidos se puede aplicar a muchos formatos. No todos los proyectos requieren todos los pasos pero aquí aclaro un poco más de qué se trata el proceso completo.
En el caso de las webs, hay dos tipos de proyectos que usualmente llegan a mis manos y en los que aplico todo o parte este proceso: webs aún sin contenido y webs con cientos de posts o noticias publicadas.
Llevan publicadas páginas, noticias, recursos gráficos, etc. En muchos casos son webs con algo de antigüedad que fueron hechas en sistemas no adaptables a dispositivos móviles. Contienen cientos de entradas sin criterio de estilo, con decenas de categorías y etiquetas, muchas de ellas repetidas (en mayúscula, en minúscula, con o sin tilde, en diferentes idiomas, etc.). Este desorden crea confusión en la imagen y lo que se quiere transmitir y además afecta al posicionamiento.
Por lo general son webs que aún no están activas; proyectos con poco contenido producido. Puede no haber mucho o ningún contenido pero uno tiene la sensación que se quiere de la web. Todo el mundo quisiera escribir en un blog y crear fotos, pero la mayoría no tiene el tiempo para hacerlo o simplemente el proyecto no lo requiere.
Sean 400 posts, 200 fotos o 10 páginas en este paso se analizan todos los contenidos creados con el fin de encontrar similitudes y diferencias en el uso de los criterios de publicación. Se hace un revisión a de todos los posts publicados, bajo qué categorías y etiquetas se encuentra cada uno, qué medios gráficos se utilizan, quiénes son los autores, su tono de comunicación, etc.
De este análisis se sacan algunas conclusiones para conversar con los clientes, que son los que saben más de sus proyectos, y proponer una forma de organización de acuerdo a los objetivos de comunicación y criterios de uso que se tengan.
Se trabaja sobre lo que se quiere contar del proyecto. Se piensa en cómo se gestionará, creará y publicará su contenido, cómo se compartirá, cuándo, cómo será en el futuro, será permanente, caducará, cambiará o quedará igual? Y se plantean propuestas para que la organización ayude a una fácil y cómoda gestión.
Para quienes sólo quieren dedicarse a escribir y crear contenidos. Prefieren que nosotros nos encarguemos de todo. Nos envían su contenido y nosotros lo publicamos, categorizamos y verificamos que todo salga bien.